domingo, 9 de marzo de 2014

La infinita guerra de los smartphones contra las videoconsolas.

Hay gente que afirma que los videojuegos para smartphones les van a comer el terreno a los videojuegos en videoconsolas hasta el punto de que acabarán con ellas.
Hay juegos de gran calidad y con una buena historia en los smartphones, así como el Infinity Blade, Final Fantasy (varios), Plants Vs. Zombies (1 y 2), Radiant (os lo recomiendo encarecidamente), Dexter y Dead Trigger, entre algunos otros.
Y por otro lado están videojuegos que requieren una atención diaria, ya sea para recolectar el dinero o la energía generada o para iniciar misiones o la creación de edificios, unidades, etc. Juegos diseñados para un funcionamiento a tiempo real, donde las misiones se realizan “solas” y en un periodo muy largo de incluso días. Tampoco tienen una historia con un final, es decir, se basan en crear la ciudad más grande o el mejor ejército.
Además estos acontecimientos pueden caducar, es decir, que si no recoges la energía o el dinero generado, así como la recompensa de las misiones cumplidas, te quedas sin recompensa, por lo que necesita una atención estés donde estés, y esto solo lo puede ofrecer un Smartphone con conexión a internet las 24h.
Todos estos juegos de “estrategia” suelen ser gratuitos, ofreciendo micropagos en su interior; te ofrecen unas misiones base y para continuar has de pagar o bien puedes comprar elementos opcionales del juego con dinero real. Podría decir que los juegos son más completos en las videoconsolas, pero desgraciadamente no es así.
El mundo de los videojuegos en los smartphones está creciendo a pasos de gigante. Juegos como el Candy Crush tienen más publicidad en los medios que las propias videoconsolas de la generación actual, y si la tienen es por que las desarrolladoras se pueden permitir esas grandes campañas publicitarias.
Estos videojuegos son un modelo de negocio muy rentable. Los desarrolladores reciben dinero de la publicidad que insertan en sus apps, el desarrollador de Flappy Bird recibía la friolera de 50.000 dólares al día, siendo de descarga gratuita el juego. Además su desarrollo no es tan costoso como el de los videojuegos para videoconsolas, ni se es necesario un kit de desarrollo ni un ordenador tan potente para ello. Tampoco un equipo de tantas personas, con una persona puede bastar.
Otra de las ventajas del mundo de los videojuegos en smartphones es que que hay más personas con smartphone que con videoconsola, es decir, que el público es mayor y además, mucho más variado, hay gente que tiene Smartphone que en su vida se hubiese comprado una videoconsola, que gracias al boca a boca o a los amigos que le incitan, acaba jugando al Candy Crush.
Tengo Smartphone desde hace años, y exploto el lado gamer. Juego con él a diario y me gusta, pero yo creo que no es nada comparable a las videoconsolas, la experiencia que ofrecen es totalmente distinta (no peor, distinta), además de la ristra de juegos que una consola te puede ofrecer y un Smartphone no, de momento. Realmente nunca se sabe que pasará el día de mañana.
Y vosotros, ¿qué preferís?

No hay comentarios:

Publicar un comentario