domingo, 9 de marzo de 2014

¿Quién no ha jugado alguna vez a esta maravilla de juego? Super Mario 64 debutó en 1996 en Japón revolucionando el mundo de las plataformas. Su lanzamiento supuso el salto a las tres dimensiones, pasábamos de ir “hacia delante y hacia detrás” a poder movernos por un mundo libremente con una vista de 360º.
Pese a ser toda una revolución, su desarrollo, no duró más de 2 años. Fué desarrollado por Nintendo por el propio Shigeru Miyamoto mientras trabajaba en Starfox. El juego estaba pensado para su antecesora SNES (Super Nintendo), pero debido a las limitaciones del hardware de ésta no se pudo llevar a cabo.

Cómo en la mayoría de juegos de Mario, la finalidad es rescatar a la princesa. Todo empieza cuando recibimos una carta de Peach invitándonos a su castillo a comer tarta. Dicha invitación se convierte en una gran historia llena de enemigos, poderes, monedas, etc puesto que al llegar al castillo nos encontramos con que Bowser la ha secuestrado. Lo que todavía no entiendo es porque sigue fiándose la princesa de sus “guardas”, no hacen otra cosa que secuestrarla. Aunque la culpa es de ella, le gusta llamar la atención.
Aunque esta vez Bowser ha invadido el castillo apoderándose de las estrellas de poder del castillo, no se le ocurre nada bueno tampoco.
El castillo tiene 3 plantas , un sótano, una pequeña laguna y un patio trasero lleno de fantasmas, pero fantasmas bueno, que se tapan la cara para que no los veas y se vuelven invisibles. Y hay repartidas 120 estrellas por los 15 niveles que esconde el castillo. Para acceder a dichos niveles tenemos que entrar en los cuadros que hay colgados por las salas del castillo, cada cuadro esconde un mundo distinto, en los cuales podemos conseguir 8 estrellas, una de ellas se consigue cogiendo 100 monedas.

Vista general del castillo y sus alrededores.
En el juego contamos con la ayuda de varios poderes que otorgarán una cualidad u otra a Mario para poder acceder a lugares inaccesibles en condiciones normales, como por ejemplo: la gorra alada, una gorra con alas que nos permite volar. También hay otros como metal-mario, poder similar al de la estrella, invencibilidad, aunque en éste juego el personaje “pesa” más, y el poder de la invisibilidad.
También podíamos ver a Yoshi en el tejado del castillo, esto era posible al desbloquear el cañón del jardín, te permitía “dispararte” al tejado y ver a Yoshi, también podías conseguir unas cuantas vidas. Y no, no se puede ver a Luigi, por muchos hacks que haya.

Beso de Peach a Mario tras el rescate, ¡Qué menos!
Recuerdo como si fuese ahora mismo cuando fuí con mi abuela y mis padres a comprarla a “El Corte Inglés”, menudo regalazo me hizo mi abuela, la consola, el “Wave Race” y el “Super Mario 64″, aún recuerdo el precio en pesetas: 66.000 pesetas, no se me olvidará en la vida, menudo desembolso.
Cuando llegué a casa, monté la videoconsola junto a mi padre (que le entraba a la T.V por la antena, aún tengo el cacharro conversor) y probamos el juego, nuestras caras no podían ser de más asombro, qué ganas teníamos de enganchar el mando y no soltarlo en horas. Nos tiramos un rato modelando la cara de Mario, que es lo primero que aparece al entrar en el cartucho. Nos parecía todo perfecto.

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